El novillero rondeño afronta con responsabilidad y felicidad la tarde del próximo día 22 de agosto, compromiso importante que supondrá su debut en Málaga.
TEXTO: Javier Gallardo
Pablo Páez es otro de los nombres que protagonizan el cartel de la novillada del 22 de agosto en la Malagueta. El novillero, natural de Ronda, dio sus primeros pasos en la profesión y se hizo como torero en la Escuela Taurina de Sevilla. “Yo cuando empecé, decidí irme a Sevilla y allí me formé como torero. Los años que estuve en la escuela de becerrista y de novillero sin caballos los he pasado al lado del maestro Luis de Pauloba”, explica. Durante su etapa de novillero sin picadores tuvo la oportunidad de debutar en la Real Maestranza de Caballería. “Sevilla se hizo mi casa y debutar allí fue impresionante. Aquello fue muy ilusionante”, recuerda.
Su paso también por México, donde se produjo su debut con picadores, reconoce que le ha aportado madurez y apunta: “En México la verdad es que he toreado bastante. He estado viviendo allí dos años seguidos ya que la pandemia me pilló entera allí y no me pude venir para España.”
Esta temporada ha sido uno de los participantes del Circuito de Novilladas de Andalucía. Actuó en Sanlúcar de Barrameda, donde indultó un novillo del Parralejo, y en la semifinal de Constantina, en la que entró por una sustitución. “Tuve la suerte de clasificarme y torear la primera novillada en Sanlúcar, con todo lo que pasó del indulto. Jamás olvidaré a ese novillo del Parralejo. Fue la primera vez que indultaba un novillo y para mí fue muy bonito”, expresa.
Por otra parte, reconoce que a este hecho no se le dio la importancia que esperaba. “Por desgracia este mundo es así y hay que seguir luchando día tras día. El indulto no me iba a arreglar la vida, por supuesto, pero yo creía que me iba a abrir algunas puertas para alguna de las ferias de novilladas importantes en las que no me veo anunciado”, confiesa.
El próximo día 22 de agosto hará el paseíllo en la Malagueta. Compromiso que supondrá el debut del novillero rondeño en su tierra ya que nunca ha tenido la oportunidad de torear en la provincia. Pablo espera que sea una tarde emotiva y bonita. Se siente tranquilo, aunque sabe que la rivalidad estará presente. “Lo afronto con mucha responsabilidad y con felicidad porque, al fin y al cabo, es mi tierra y llegamos muy preparados para darlo todo. Yo creo que todos vamos a luchar por ser el mejor ese día”, asegura.
Se muestra agradecido a la alcaldesa de su ciudad natal por la ayuda y el apoyo recibido, y al empresario José María Garzón por la oportunidad. “Le doy las gracias a la alcaldesa de Ronda y, sobre todo, al empresario José María Garzón que sin él no hubiese sido posible que yo estuviese acartelado en mi tierra”, afirma.
No le gusta definirse como torero pero tiene claro su concepto. En relación a la afición malagueña, espera que ese día hablen de él y de la tarde importante que haya echado. “Pablo Páez tiene un corte de la escuela en la que ha aprendido a torear. Me considero un torero con un corte profundo, que lleva a los animales largo. No me gusta definirme como torero, pero ojalá cause buena impresión a la afición de mi tierra”, dice.
Es consciente de la importancia de la oportunidad y la repercusión de verse anunciado en una plaza de primera como es la Malagueta, por lo que concluye: “Nunca sabes que va a pasar pero lo que sí te digo es que voy muy dispuesto, con muchas ganas y con la mentalidad de cortar las orejas ese día y que, por supuesto, me sirva para tomar un impulso porque este es el impulso que necesito y que voy buscando.”