Juan Carlos Benítez está anunciado este año en la Malagueta, compromiso ante el que se muestra mentalizado y con ganas de mostrar su mejor versión.
TEXTO: Javier Gallardo
El novillero de Fuengirola, localidad que cuenta con tres novilleros acartelados este año, Juan Carlos Benítez llega con más ilusión que nunca y muy mentalizado para la cita del 22 de agosto en la Malagueta. Cuenta que la ilusión, las ganas de torear y las ganas de ser figura del toreo es lo que más le ayuda para seguir adelante en estos tiempos tan difíciles en los que su trayectoria profesional se ha visto mermada de festejos.
“Pasar de estar tres o cuatro años sin parar de torear —unos 10 o 15 festejos al año— a no tener nada se hace muy duro. A veces uno se plantea otras cosas y es difícil, porque este es un mundo muy complicado y ya sabemos que supone mucho sacrificio”, expresa Juan Carlos.
A pesar de atravesar esta situación, Juan Carlos Benítez se muestra optimista ante la cada vez más cercana alternativa en Fuengirola. “Yo creo que pronto tomaremos la alternativa y, si sale todo bien, nos encaminaremos y tiraremos hacia adelante. Hay que ser positivos. Hemos conseguido contactar con la empresa Tauroemoción y nos han prometido que nos dan la alternativa, aunque no sabemos cuando”, explica el novillero.
Ante la tarde del 22 de agosto, y si puede llegar a ser un paso importante, dice: “Si sale todo bien y soy capaz de triunfar en Málaga, puede que para octubre tengamos la alternativa de un nuevo torero malagueño.”
En la temporada del año 2017 cortó una oreja en la Malagueta a su novillo de Toros de la Plata, siendo el triunfador de la tarde. “Esta fue una tarde muy bonita que recuerdo con mucha emoción. La gente lo vivió, se pidió incluso la segunda oreja, y esa tarde la llevo marcada conmigo. Aunque solo fuese un novillo, creo que ahí demostré las ganas que tengo de ser torero”, asegura Benítez. Tarde que le permitió incrementar el número de compromisos para las siguientes temporadas y realizar su presentación en Madrid. “La de Madrid fue una tarde en la que disfruté mucho. Es la tarde en la que menos miedo he pasado en mi vida, estaba en el patio de cuadrillas sonriendo, porque estaba feliz de estar en esa plaza”, recuerda.
De cara al compromiso en la Malagueta, Benítez le da una notable importancia a la preparación mental, aspecto que considera que ha evolucionado dentro de su toreo. “Yo creo que mi evolución, más que nada, ha sido mental y psicológica. Pienso que a la hora de ponerme delante se va a notar bastante. La mente es la que tiene que estar despejada para poder ese día demostrar a los paisanos lo que uno siente y lleva dentro”, afirma. En relación a este aspecto, hace referencia a algo que considera fundamental como es tener el toreo en la cabeza. “Entre novilladas sin picadores y con picadores son más de cien. Eso me ha servido bastante para tener el toreo en la cabeza”, apunta Juan Carlos.
Su última actuación en la Malagueta en el año 2019 reconoce que le dejó un sabor agridulce por las circunstancias de la tarde, aunque por otra parte dice que “Málaga es Málaga” y sentía que tenía que hacer ese esfuerzo. Por esto, Benítez tiene claro que la tarde del 22 de agosto debe de servir para mostrar su mejor versión. “Quiero que vean al Juan Carlos Benítez de siempre, al Juan Carlos Benítez que quiere ser torero, que se deja todo en la plaza, y, sobre todo, disfrutar toreando y que la gente disfrute conmigo”, concluye Juan Carlos.