El matador de toros ha realizado un receso en su temporada europea, aún no finalizada, para trasladarse a su país natal a lidiar una corrida y presentar nuevos carteles.
Entre Nimes y Villamanrique, dos de las citas programadas en la temporada del ex alumno de la Escuela Taurina de la Diputación de Málaga, se coló Sicaya. El diestro peruano aceptaba el ofrecimiento de volver a torear en su país casi dos años después.
La vuelta a casa fue con un recibimiento por todo lo alto, recibiendo el cariño y la admiración de una afición que, al otro lado del atlántico, ya lo considera una figura del toreo.
A 295 kilómetros de la capital Lima, o que a efectos prácticos en coche supone un viaje de más de seis horas por carreteras andinas, Sicaya se vistió de fiesta para vivir un mano a mano con Juan Carlos Cubas, otro destacado diestro nacional.
En el último de la tarde, con el hierro de San Pedro, Galdós cuajaba una gran faena que le permitía salir a hombros junto a su compañero de cartel, y ser proclamado triunfador del festejo.
Pero el viaje tenía otro propósito. En su compromiso con la tauromaquia de Perú, se ha involucrado para colaborar en la la Feria programada en la plaza de toros de la Esperanza. Ante la falta de noticias sobre Acho, en primer coso del país, con en impuso tanto de Galdós como de Roca Rey, se ha optado por organizar un serial en este moderno coso, situado a las afueras de la capital.
Galdós hará doblete, primero el 13 de noviembre en un mano a mano con Juan Ortega (con reses de Santa Rosa de Lima, la ganadería familiar), y el 21 de ese mismo mes en un festival en el que alternará con Finito de Córdoba, José Garrido, Román, Roca Rey, Samuel Calderón y Marco Pérez.
Hasta entonces, toca regresar a España. La agenda sigue, y aunque ya metidos en octubre, este malagueño de adopción hará el día 2 el paseíllo en la localidad de Villamanrique, en Ciudad Real, en la que será la primera corrida de toros de la historia de este municipio. Comparte terna con Manuel Escribano y Román, con reses de Manuela Patón.
