El matador de toros Juan Ortega ha recibido esta tarde la medalla de hermano de la Archicofradía de la Expiración de Málaga. El hermano mayor Manuel Corcelles le impuso esta distinción que viene a abundar en el vínculo entre dos mundos que encuentran en la espiritualidad y la tradición denominadores comunes.
Viene de lejos en el tiempo la vinculación de los cofrades de la Expiración de Málaga con toreros, muchos de los cuales han llegado a participar de manera activa en la vida y el cortejo procesional de esta hermandad perchelera, como es el caso de Antonio Bienvenida o Vicente Barrera.
Resulta especialmente significativo el vínculo con César Girón, como miembro más representativo de una dinastía de toreros venezolanos que tuvo un enorme predicamento en nuestro país. Precisamente un vestido de torear blanco y oro de Cesar Girón sirvió para realizar una saya para la Virgen de los Dolores, titular mariana de esta cofradía, que la llevaría en procesión durante la década de los 50. Las visitas a la iglesia de San Pedro, sede canónica de la hermandad, por parte del diestro que abrió en cinco ocasiones la puerta grande de las Ventas, que llegó a cortar dos rabos consecutivos en la Feria de Sevilla y que creó la «girondina», fueron muy frecuentes.
Pero se suma al vínculo taurino de esta corporación con el arte y el mundo de los toros, el hecho que el Cristo de la Expiración fuese tallado por el escultor Valenciano Mariano Benlliure, un creador que, a través de su obra pictórica y esculturas, ha sido el máximo representante de la fuerza y la belleza de la fiesta brava y del toro como eje de la misma.
Viene por tanto Juan Ortega a seguir alimentando el vínculo y encuentro entre dos mundos que comparten valores e incluso adeptos. Además de recibir la medalla, el diestro hispalense visitó el museo y tesoro de la Cofradía, en la que pudo contemplar el trono procesional del Cristo de la Expiración realizado por Talleres de Arte dirigido por el Padre Félix Granda, el de la Virgen de los Dolores salido del taller del orfebre sevillano Manuel Seco Velasco o bordados de los talleres de Elena Caro o Guillermo Carrasquilla.
Finalizó su recorrido por la casa museo de la Expiración firmando en el libro de honor de la Archicofradía en el que además de los toreros citados han dejado sus dedicatorias, rúbricas y recuerdos, matadores de toros de diferentes épocas. Merece una mención especial Juan Belmonte, por la admiración que le tenía quien es hermano mayor perpetuo de la cofradía Enrique Navarro Torres, quien llegó a tener una estrecha relación, entre otros toreros, con Luis Miguel Dominguín.
De épocas más recientes los hermanos Antonio José y Alfonso Galán, Pedro Gutiérrez Moya ‘El Niño de la Capea’, Javier Conde o Juan Antonio Ruíz ‘Espartaco’, han sido algunos toreros que han visitado esta hermandad perchelera que tan enraizada se encuentra a nivel devocional en Málaga, según indican desde la Archicofradía.