Emilio de Justo se presentaba en Málaga a los dieciséis años de su alternativa, y a la primera abría la Puerta Grande. Por su concepto, era muy esperado por los aficionados, y no defraudó con una tarde de kilates con capote y muleta. Un trofeo también paseó Ginés Marín ante la irregular corrida de Domingo Hernández y Garcigrande.

El primero de la tarde no fue un toro sencillo. Había que tragarle mucho, y Miguel Ángel Perera estaba dispuesto a hacerlo. Le quiso poder, bajarle la mano desde un primer momento, y aprovehar las virtudes que había mostrado en el capote de Curro Javier. Sin embargo, el de Garcigrande fue siempre a menos, y tendió a defenderse por su falta de casta y fuerza. Con todo, quedaron algún muletazo suelto de calidad por ambos pitones.

Buena dimensión de la cuadrilla de Perera en el cuarto, tanto el lidiador Javier Ambel como los banderilleros Curro Javier y Vicente Herrera, que tuvieron que saludar. El toro era bronco en esos primeros tercios, y el diestro de Badajoz vio material para crear su obra. La inició en los medios con un pase cambiado por la espalda, pero luego se fue diluyendo todo a pesar del propósito del espada por sacar un lucimiento que nunca llegó.

Gran debut de Emilio de Justo en Málaga en el primero de su lote, un gran toro al que cuajó con gran gusto desde el recibo capotero a la verónica. En el remate en los medios, el toro se dio una voltereta que condicionó sus fuerzas, pero no su casta. El extremeño lo entendió primero con tandas exquisitas por el pitón derecho, y tras resultar prendido a la salida de un pase de pecho, regresaba al natural con mucho regusto. Paseó una oreja.

Dos más, y la consiguiente Puerta Grande Manolo Segura lograba en su segundo, en una faena que se inventó de inicio a fin. Lo puso todo de su parte ante un animal muy parado al que fue empujando a embestir hasta lograr estéticas tandas de gusto y calidad por ambos pitones que fueron seguidas por entusiasmo por parte de una afición que lo ha acogido como uno de sus toreros predilectos a las primeras de cambio. Se tiró a matar con decisión, y decantó la balanza hasta un triunfo de justicia.

Una oreja paseaba Ginés Marín del tercero de la tarde, un toro que manseó de salida y que desarrolló nobleza en la muleta. Se mostró firme Marín en su labor, sin poder ligar tandas con el corte artístico que atesora, y teniendo que apostar por las cercanías. Es de alabar su entrega y disposición, aunque el conjunto tampoco levantó pasiones. La petición fue consideraba mayoritaria por el palco, después de una estocada contraria.

Se gustó en el recibo capotero Ginés MArín en su segundo, buscando el triunfo junto a Emilio de Justo. Pero no era posible con un animal que no dio la más mínima opción, y que solo le permitió mostrarse con oficio y voluntad de agradar a la afición malagueña.

  • Plaza de toros de La Malagueta. Feria de Málaga.
  • Cuarta de abono.
  • Se lidiaron seis toros de Domingo Hernández y Garcigrande, desigual de presentación y juego. El mejor fue el segundo..
  • Miguel Ángel Perera: pinchazo y estocada baja (palmas) y estocada (ovación).
  • Emilio de Justo: estocada desprendida (oreja) y estocada (dos orejas tras aviso).
  • Ginés Marín: estocada contraria (oreja) y pinchazo y estocada caída (silencio).
  • La plaza registró dos tercios de entrada en tarde calurosa.
  • Saludaron en el cuarto Curro Javier y Vicente Herrera en en el cuarto, y Antonio Manuel Punta en el sexto.