El buen juego de las reses de Fermín Bohórquez propició un entretenido espectáculo, con los triunfos de Leonardo Hernández, Andrés Romero y Lea Vicens.
FOTOS: Arjona para @Goyescaderonda
Un espectáculo taurino en la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Ronda siempre es un gran acontecimiento, y tras la ausencia de 2020, volvía en formato matinal la 39 Corrida Rondeña de Rejones.
Abría cartel Leonardo Hernández, que cuidaba de salida a un parado astado con el hierro de Fermín Bohórquez para apretar en banderillas a lomos de Calimocho primero y con Sol después, siempre correcto en la colocación y sin abusar de los castigos. Templado, citaba de frente con temple para clavar a dos manos antes de coger las cortas con Estoque y colocarlas al violín; llegándole mucho. Pinchó en tres ocasiones antes de colocar el rejón de muerte, enfriándose su actuación.
Nuevamente muy solvente se mostró Leonardo Hernández en el segundo de su lote; ofreciendo instantes de lucimiento con Enamorado o Sol, dos de los equinos de su cuadra con los que clavó en todo lo alto en otra actuación sobria en sus comienzos y que fue ganando en exposición conforme avanzaba la lidia. Buenos fueron las tres cortas al violín con las que cerraba su actuación a lomos de Xarope. Esta vez no dejó que se le fuera el triunfo con el rejón de muerte, y paseaba dos orejas.
Recibió Andrés Romero a su primer oponente en la misma puerta de chiqueros antes de colocar dos desiguales rejones de castigo. El toro, con pies y brío, requería hacerle las cosas muy bien, aunque abusó de clavar a la grupa al inicio de su faena con Kabul, fue ganando en ajuste con forme avanzaba la lidia. Tras un fugaz paso con Jerjes, que recibía un fuerte topetazo, cerraba su irregular actuación con Chamán con un rejonazo caído. Fue premiado con una oreja.
A su segundo, Romero lo recibió con el marsellés, en una estampa campera que siempre es agradable comprobar cómo se mantiene. A un nivel sensiblemente superior al mostrado en su primer oponente, construyó una labor más pausada y mejor estructurada; sin dejar a un lado su innato carácter arrollador con el que impregna su toreo a caballo. Le llegó mucho en las banderillas al quiebro final, poniendo la ratificación de su triunfo a expensas de su acierto con el rejón de muerte. Clavó igual de bajo que antes, pero esta vez el premio fue doble con dos orejas.
Tras un inicio atropellado, con un rejón de castigo muy bajo y a punto de ser descabalgada, la actuación de Lea Vicens en el primero de su lote fue ganado enteros conforme avanzaba la lidia; consiguiéndole coger la velocidad a otro buen toro de Bohórquez. Tras unos primeros compases con elegancia, quiso apretar el acelerador y ganar en emoción al clavar banderillas al quiebro y rosas teniéndole que llegar mucho por los adentros. Dejó medio rejón en buen sitio que precisó tres golpes de descabello.
En el que cerraba plaza, Lea Vicens contaba con la presión de tener que cortar las orejas para compartir el triunfo con sus compañeros de terna. No pareció pesarle a la amazona gala, que con temple fue midiendo los tiempos de una faena que pecó de no colocar en todas las ocasiones que habría sido deseado. Con todo, se lo jugaba a cara o cruz con el rejón de muerte.
- Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Ronda. 39 Corrida Rondeña de Rejones.
- Se lidiaron reses de Fermín Bohórquez, correctas de presentación y de buen juego en general.
- Leonardo Hernández: tres pinchazos y rejón (palmas) y rejón (dos orejas).
- Andrés Romero: rejón caído (oreja) y rejón caído (dos orejas).
- Lea Vicens: medio rejón y tres descabellos (palmas) y rejón (dos orejas).
- La plaza registró algo más de un tercio sobre el aforo permitido.