Triunfó la fiesta. Tras nueve años de cerrojazo, los toros volvían a lo grande a la plaza de toros de Marbella. Gran entrada y gran espectáculo. El futuro es muy prometedor. José María Manzanares, Alejandro Talavante (que sustituía a Morante de la Puebla) y Andrés Roca Rey salían a hombros ante una afición enfervorizada que, seguro, volverá. En líneas generales, los seis ganaderos participantes ofrecieron buenos ejemplares que contribuyeron al disfrute colectivo en el 60 Aniversario del coso.

FOTOS: @torosmarbella

Abrió cartel un flojo toro de Garcigrande para José María Manzanares, que no pudo estirarse con él en el toreo a la verónica. Lo cuidó en varas y comenzó la faena con la mano alta para no atosigarle y potenciar su buen fondo de nobleza. Poco a poco, lo fue cuajando por el pitón derecho en tandas en redondo con elegantes remates como el estético cambio de manos. Una estocada completa le valió para cortar dos orejas y arrancar el festejo extraordinario de la reinauguración de la plaza en su 60 aniversario en tono triunfal.

El inválido cuarto, de la ganadería de Álvaro Núñez, impidió el lucimiento de Manzanares en el cuarto de la tarde. No se aburrió el alicantino, que le dio su tiempo entre las tandas para sacar algún derechazo estimable, con temple y elegancia, aunque al conjunto le faltó continuidad para alcanzar cotas mayores. Pinchó antes de dejar media estocada y fue recibió un benevolente apéndice.

Perdía pie Alejandro Talavante, que sustituía a Morante de la Puebla, al tropezar con la pata trasera en el recibo capotero. Afortunadamente sin consecuencias, pudo brillar en el quite por chicuelinas tras el único puyazo recibido por un astado de Carlos Núñez con cuajo. El animal, que había hecho cosas buenas de salida, se paró en redondo nada más comenzar el inicio de faena. Rajado, buscó tablas y no hubo otra que coger la espada y abreviar.

Recibió por verónicas a pies juntos a su segundo, de El Freixo. Sabedor que sus compañeros ya tenían asegurada la puerta grande, brindó al respetable y se plantó de rodillas en una larga y vibrante serie por ambos pitones que hizo arrancar la música. Buen toro el de El Juli, su ganadero, que repetía con codicia y metía la cara abajo. Hasta se aplacó el viento para que pudiera cuajarlo en los medios por el pitón derecho con mucho poder y que puso en pie a los aficionados. Se atracó de toro al matar y la estocada quedó contraria; logrando el objetivo de salir en volandas al arrancarle las dos orejas. Y rabo.

Vio claras Andrés Roca Rey las cualidades del primer toro de su lote, con el hierro de Juan Pedro Domecq. Pese a no terminar de definirse de salida, se fue a los medios para brindar al público y plantarle la mano baja en una primera tanda en redondo a la que el burel respondió. Bajó el trasteo al coger la zurda, y remontaba ya en la recta final en las cortas distancias, donde se ratificaba el poderío absoluto del peruano; plantando las zapatillas en el albero para pasárselo por los dos pitones y formar un alboroto. Se pidió un indulto que no era procedente y cortó las dos orejas pese al pinchazo previo a la estocada.

Se vino muy a menos el sexto de Santiago Domecq, que mostró coraje de inicio pero que se afligió a las primeras de cambio. Rajado, no fue toro de triunfo; pero tampoco consiguió quitar el buen sabor de boca que dejaba la tarde en su conjunto. Dejó una buena estocada, precisando de dos descabellos antes de rodar y ser sacado a hombros con sus compañeros.

  • Plaza de toros de Marbella. Feria de San Bernabé. Corrida de Reinauguración y 60 Aniversario. estocada y dos descabellos (ovación).
  • Se lidiaron toros de Garcigrande (noble), Carlos Núñez (manso), Juan Pedro Domecq (encastado), Álvaro Núñez (flojo y con clase), El Freixo (bravo) y Santiago Domecq (rajado).
  • José María Manzanares: estocada (dos orejas) y pinchazo y media estocada (oreja).
  • Alejandro Talavante: estocada (silencio) y estocada contraria (dos orejas y rabo).
  • Roca Rey: pinchazo y estocada (dos orejas) y estocada y dos descabellos (silencio).
  • Tres cuartos de entrada en tarde ventosa. Tras el paseíllo sonaba el Himno de España.