El uso de los aceros, para bien o para mal, resultó decisivo a la hora de la concesión de trofeos en la segunda semifinal del XV Certamen Internacional de Escuelas Taurinas de La Malagueta. Otra gran entrada en los tendidos, y otra novillada, en este caso de Villamarta, que contribuyó al lucimiento de los jóvenes espadas. Ángel Gabriel, de la Escuela de Antequera, y Esteban Molina de la de Écija, pasearon una oreja cada uno.

Salió suelto de salida el primero de la tarde, correspondiente al alumno del Centro Internacional de Alto Rendimiento de Toreros Emilio Ricaud. Se dolió en banderillas, y siguió protestando durante toda la lidia. Pese a todo, apostó con firmeza el novillero mexicano desde un inicio de faena rodillas en tierra; explotando sus virtudes con determinación. Mostró tener ya un bagaje suficiente para retos mayores, concluyendo la faena con manoletinas nuevamente de rodillas. El palco no atendió la petición después de no acertar con el descabello, pese a lo que daba una vuelta al ruedo.

Tiene buen manejo del capote Javier Illanguas, de la Escuela de Motril. Así lo mostró en un primer quite por chicuelinas al que abría plaza, y luego en el recibo a la verónica del suyo. Quiso brindar a Fortes, que presenciaba el festejo en el callejón, y recibió la ovación que el martes no se le pudo tributar por su percance. Arreó de salida al buen novillo de rodillas, con un cambiado por la espalda que impactó. Buen manejo de los tiempos en un trasteo fundamentado por el pitón derecho rematado con manoletinas mirando al tendido y al que le faltó la rúbrica con la espada.

No se cortó una oreja hasta el tercero. Curiosamente, el primer alumno que estuvo certero con el uso de la espada. La media estocada de efecto rápido desequilibró la balanza para la concesión de este trofeo al voluntarioso Ángel Gabriel. El pupilo mexicano de Fortes, con el que se estrenaba la Escuela de Antequera en este certamen, recibía a otro buen novillo a porta gayola y tras ser arrollado no se amedrentaba y proseguía con las rodillas en tierra en un farol. Con la muleta, se mantuvo el interés con tandas por ambos pitones.

Alejandro Casado, de la Escuela de Guadalajara, lanceaba con suavidad a su novillo hasta llevarlo a los medios y rematar con una media verónica. No le importó ser arrollado en un quite por gaoneras, y volvía a ejecutar esta suerte. Tiene temple este chaval, y sin bajarle la mano para que no se le cayeta, fue realizando una faena bien construida y con criterio por los dos pitones; mostrando su gusto por las cortas distancias. Una vez más, el uso de los aceros esfumó los trofeos.

Completaba el cartel Esteban Molina, de la Escuela Taurina de Écija. No tuvo suerte en el sorteo, ya que le tocó el eral más rebrincado. Con todo, se desplazaba con calidad por el pitón derecho. Fue ganando en ajuste conforme avanzaba la faena, rematando con manoletinas antes de perfilarse a matar. Cazó la estocada y, pese a precisar de un descabello, fue premiado con una oreja.

  • Plaza de toros de La Malagueta.
  • Segunda semifinal del XV Certamen Internacional de Escuelas Taurinas.
  • Se lidiaron erales de Villamarta, justos de presentación y de buen juego.
  • Emilio Ricaud (CITAR): estocada corta y tres descabellos (vuelta al ruedo).
  • Javier Illanguas (E.T. Motril): dos pinchazos y estocada (vuelta al ruedo).
  • Ángel Gabriel (E.T. Antequera): media estocada (oreja).
  • Alejandro Casado (E.T. Guadalajara): estocada atravesada, dos pinchazos y media  (vuelta al ruedo tras aviso).
  • Esteban Molina (E.T. Écija): estocada y dos decabellos (oreja tras aviso).