José Antonio Lavado ha sido, un año más, el triunfador de la novillada de la Feria de Málaga. Año tras año, vuelve a reivindicarse como un firme aspirante a dar un paso más en su trayectoria. Este sábado, cortaba una oreja con mucha fuerza ante un serio encierro de Reservatauro que presentó ejemplares notables y otros deslucidos.

FOTOS: David Bracho

La Feria de Málaga 2022 se abría con el novillo ‘Humorista’ de Reservatauro. Un ejemplar serio de presencia como todo el encierro y que servía para que el novillero de Benamocarra José Antonio Lavado reapareciera tras su cornada de hace menos de quince días en la localidad francesa de Beaucaire. De hecho, durante la faena se le abría la herida, con una visible hemorragia en su muslo derecho. No limitó al espada para mostrarse firme, bien colocado y decidido con un oponente noble pero con un punto de brusquedad. Aprovechó las virtudes del pitón derecho desde los ayudados por alto de inicio hasta las manoletinas finales. Mató de una estocada algo contraria que precisó un golpe de descabello, y dio una vuelta al ruedo tras una petición que no fue considerada mayoritaria desde el palco.

La primera oreja del abono fue precisamente para Lavado. En su versión más suya. Nos reencontramos con ese niño que solo pensaba en ser figura del toreo. Han pasado los años y lo sigue pensando, y por eso está dispuesto a superar todas las adversidades que se presenten en su camino. No fue fácil el cuarto, sin una embestida clara pero con movilidad y transmisión. Aprovechó sus virtudes por el pitón derecho para llevarlo largo, con el compás abierto, y exigiéndole cada vez más. Se sintió por momentos, con un trincherazo con sabor y las manoletinas finales, y se levantó de los golpes para ser quien diera el K.O. final con un estoconazo que le servía para cortar una oreja con mucha fuerza. Incluso se solicitó un segundo trofeo, pero nuevamente el palco se mostró más cauto.

No tuvo muchas opciones el rondeño Pablo Páez con el primero de su lote, un animal con buena condición de salida pero al que una voltereta en el inicio de la faena le condicionó inevitablemente su juego. Muy parado, el novillero simplemente quiso mostrar su disposición, y precisamente esa buena voluntad le hizo prolongar en exceso una faena en la que no había posibilidad de lucimiento. Se le atascó la espada y pinchó cuatro veces antes de acertar con el descabello y fue silenciado.

El quinto fue el mejor novillo del encierro. Eso sí, muy exigente además de serio como el resto de sus hermanos. Estuvo muy bien la cuadrilla de Pablo Páez, y en el inicio de su trasteo de muleta le plantó el engaño por decisión por el pitón derecho para sacar tandas en redondo con hondura. No lo vio tan claro por el izquierdo, y a partir de ahí bajó el nivel del conjunto que no llegó a las cotas esperabas. Estuvo muy desacertado con el descabello, que lo empleó tras un único pinchazo; pese a lo que salía a saludar.

Tras triunfar en el Certamen de Escuelas Taurinas de 2019, Jesús Romero venía a recoger su premio con la presencia en esta novillada con picadores de la Feria de Málaga. Se mostró con ganas en el saludo capotero, pero en la faena se encontró con otro oponente de buena condición pero son fuerza. El de Guadalajara quiso quedarse quieto, pero el novillo resultaba muy desconcertante porque por su debilidad tendía de defenderse. Tras un inoportuno arranque de la banda de música, lograba una contundente estocada precedida de un pinchazo. Silencio.

El sexto no pudo acercar el triunfo soñado por el joven de Guadalajara. Fue el más rajado del encierro. En todo momento estuvo buscando la salida, y aunque el novillero lo intentó con insistencia y pulcritud, el conjunto no pasó de anodino cuando ya nos acercábamos a las 10 de la noche.

  • Plaza de toros de La Malagueta.
  • Novillada con picadores, primera de abono.
  • Se lidiaron seis novillos de Reservatauro, bien presentados y de juego desigual. En general nobles pero flojos. Destacó el encastado quinto.
  • José Antonio Lavado: estocada algo contraria y descabello (vuelta al ruedo tras aviso) y estocada (oreja).
  • Pablo Páez: cuatro pinchazos y descabello (silencio tras aviso) y pinchazo y ocho descabellos (ovación).
  • Jesús Romero: pinchazo y estocada (silencio) y tres pinchazos, estocada trasera y tres descabellos (silencio tras aviso).
  • La plaza registró media entrada en tarde calurosa.
  • Saludó en banderillas Raúl Cervantes y en la lidia Cándido Ruiz, ambos de la cuadrilla de Pablo Páez.