Colectivos taurinos de la provincia suscriben un conjunto de 37 medidas consensuadas por todo el sector y presentadas al Ministerio de Cultura por la Fundación Toro de Lidia
Más de 600 entidades vinculadas con la tauromaquia se han unido para pedir al Ministerio de Cultura que implemente acciones de apoyo específico al sector taurino. Los aficionados de la provincia han secundado a la Fundación Toro de Lidia (FTL) suscribiendo un documento en el que se reclaman 37 medidas, solicitadas también por todas las asociaciones profesionales del mundo del toro.
El Capítulo de Málaga de la FTL ha tenido una participación activa en el consenso de los puntos incluidos en la petición, que una vez redactado ha sido apoyado por otros colectivos malagueños como son la Unión Taurina de Abonados de La Malagueta, la Escuela Taurina de Málaga, la Asociación de Aficionados Prácticos Taurinos de Antequera o el Círculo Cultural Taurino de Ronda ‘José Antonio Morante’.
En la justificación de sus peticiones, se expone que “la tauromaquia es el segundo espectáculo de masas en España, una de nuestras industrias culturales más potentes, con más capacidad de atracción de público español y extranjero y generadora de una relevante recaudación impositiva para las distintas administraciones públicas a través del IVA, de los cánones por explotación de las plazas de toros y de cuantiosísimas cotizaciones sociales, algo que ha realizado siempre sin prácticamente ninguna ayuda del Estado”.
La tauromaquia y, por tanto, todas las familias que dependen directa o indirectamente del mundo del toro, viven tiempos de excepcional gravedad. “Para volver a la normalidad y poder hacer frente a la situación derivada de la Covid-19, esta vez sí, la tauromaquia requiere del apoyo del Ministerio de Cultura, un apoyo similar al que siempre han gozado el resto de industrias culturales”, señalan solicitando un trato similar con el que se tiene con otros sectores como el cine. “Conforme a los Presupuestos Generales del Estado Prorrogados para el año 2020, el importe total destinado a los programas culturales es de 537.217.970 euros, de los cuales únicamente el 0,01% están destinados a la Tauromaquia”, se quejan.
Para Victorino Martín, presidente de la FTL, “la tauromaquia es una de las principales expresiones culturales de nuestro país”. “Reclamamos que por parte del Ministerio se concreten en las próximas fechas ayudas económicamente equivalentes a las aprobadas en el resto de actividades culturales”, añade antes de concluir que “los poderes públicos tienen la obligación de garantizar el acceso de todos los ciudadanos a la cultura y el deber de promover la cultura como derecho inalienable de todos los españoles”.
Dentro del dossier presentado se solicitan ayudas que garanticen el mantenimiento, incremento y difusión del patrimonio cultural taurino, “como obligan las leyes”, la riqueza ecológica que supone la cría del toro bravo y la propia existencia de la dehesa, la fijación de muchos trabajadores en el ámbito rural y el mantenimiento de las costumbres, ritos y celebraciones, “en las cuales la Tauromaquia es un elemento esencial”.
El documento se ha articulado en cuatro apartados en función de la urgencia de las necesidades a las que atiende cada una de las medidas solicitadas. El primer grupo de medidas son las imprescindibles para que la ausencia de ingresos en los profesionales, ganaderos y empresarios de la tauromaquia “no aboque a situaciones de necesidad a los más vulnerables ni conduzca a situaciones de insolvencia o falta de liquidez de las empresas”.
El segundo grupo de medidas está dirigido precisamente a facilitar la reanudación de la actividad, cuando ello sea posible, con agilidad, eficiencia y en un entorno que haga viables económicamente los festejos; mientras que el tercer grupo plantea medidas de carácter estructural dirigido a permitir la continuidad de la actividad cuando la previsible crisis económica subsiguiente a la crisis sanitaria haga que se reduzcan los ingresos disponibles en muchos ciudadanos y con ello se reduzca el gasto cultural de los hogares como sucedió en la crisis económica de 2008. “Además, el previsible cambio de hábitos sociales y el mayor distanciamiento por exigencias sanitarias obligan también a adoptar medidas de calado más allá de las precisas para la reactivación inmediata de la actividad”, exponen.
Por último, el cuarto grupo de medidas tiene carácter estructural y pretende garantizar un marco favorable para la Tauromaquia en el largo plazo y la adecuada coordinación administrativa en el ámbito cultural y en relación con la cría del toro bravo. De manera general, se solicita “que la tauromaquia reciba un tratamiento presupuestario equivalente al resto de industrias culturales, un tratamiento igual entre iguales”, concluye el dossier.