Con casi cuarenta grados, una noche puede ser fría. El ejemplo se ha vivido en la novillada de abono de Sevilla celebrada este jueves 9 de junio. El encierro de José Luis Pereda, insulso y falto de casta en su conjunto, daba al traste con las esperanzas de los novilleros, entre ellos el fuengiroleño Antonio Santana Claros, que solo pudo ser fiel a su concepto y mostrarse hecho para dar un paso adelante en su carrera.

FOTOS: David Bracho

Ante el primer novillo de la tarde, Santana Claros se enfrentaba a varios condicionantes adversos. En primer lugar el viento, y fundamentalmente la poca fuerza de ‘Bulería’. Con estas quiso estar templado a la par que vistoso con el capote, fundamentalmente en quites; manteniéndose en el ruedo un animal tibiamente protestado. Ya con la muleta, le dio tiempo de inicio para que se repusiera, se lo dejó venir de lejos, y por un momento albergó esperanzas. Su firmeza y buena colocación no fue suficiente ante la imposibilidad de bajarle la mano. Sin exigirle, al conjunto le faltó profundidad y solo daba para dejar detalles de gusto como un cambio de manos.

Se iba a portagayola Jesús Álvarez en el segundo. El novillero sevillano, que debutara con picadores en 2015 en La Malagueta tras proclamarse un año antes triunfador de su Certamen de Escuelas Taurinas, se presentaba tras un largo periodo de inactividad que pudo acusar. Le correspondió un novillo de José Luis Perera con brío, ante el que tenía que rectificar la posición en el inicio de un trasteo marcado por el desajuste. Se le fue un animal con posibilidades de triunfo.

Después de dos astados nobles, al salmantino Manuel Diosleguarde le correspondía un animal rajado, que quería irse, y al que le plantó el engaño con firmeza para taparle la salida. Firme y capaz ante un novillo brusco y violento, dejó una interesante tanda de naturales como su mejor presentación. Se le atascó la espada, precisando de dos pinchazos antes de dejar una estocada de la que salía arrollado doliéndose de un brazo, lo que no le impediría seguir en el ruedo.

Se pudo estirar Santana Claros al recibir al segundo de su lote, un burraco serio que fue desarrollando sus malas formes conforme avanzaba la lidia. De inicio de faena, el fuengiroleño nos mostró su cara más valerosa, dejándoselo venir de lejos para pasárselo muy ceñido con estatuarios. Sin dejar de ser fiel al concepto artístico de su concepto, dejó un natural larguísimo y con la mano baja que hizo rugir fugazmente a los tendidos. El problema es que tras la segunda embestida se negaba a volver a seguir la franela, hasta ir disipándose todo ante la negativa de ‘Alpargatero’ a prestar cualquier tipo de colaboración. Fue obligado a saludar en reconocimiento al conjunto de su actuación.

El lote de la noche, con diferencia, le correspondió a Álvarez. Un novillo repetidor y bonacible ante el que nuevamente mostró las tremendas dificultades de este oficio. Muchas tandas, sobre todo por el pitón izquierdo, pero ni por esas. Ni el aliento de sus partidarios sirvió para remontar la novillada ni, tristemente, una carrera que se torna muy cuesta arriba. Por muy duro que sea.

Cerraba el festejo Diosleguarde, que por contra a Álvarez, se encontró con el lote con más dificultades del encierro. Éste descompuso a la cuadrilla en banderillas, y llegaba a la muleta echando la cara arriba y topando en vez de embestir. Totalmente desentendido el burel, el joven salmantino solo pudo atisbar sus buenas maneras, de las que habrá que estar atento en el futuro.

  • Plaza de toros de Sevilla, de la Real Maestranza de Caballería. Novillada de abono.
  • Se lidiaron novillos de José Luis Pereda, correctos de presentación y faltos de raza. Destacó el noble segundo.
  • Santana Claros: estocada y descabello (silencio) y pinchazo y estocada perpendicular (ovación tras aviso).
  • Jesús Álvarez: estocada (palmas) y pinchazo y estocada baja (ovación).
  • Manuel Diosleguarde: dos pinchazos y estocada (palmas) y dos pinchazos y estocada caída (silencio).
  • Saludó Elías Martín tras banderillear al tercero de la tarde y Jesús Márquez en el quinto.
  • La plaza registró un tercio de entrada en noche calurosa y con rachas de viento.