Todo estaba preparado para una gran tarde de toros en La Malagueta. El cartel anunciado en la Corrida Picassina había provocado el lleno de ‘no hay billetes’, y todo lo que envolvía al festejo estaba llamado a que la de esta Sábado Santo fuera una tarde de Gloria. La decoración según inspiración en el capote que pintara Pablo Martín Hernáiz en el cartel del festejo, la incorporación de mantoles y banderas en las balconadas, la recuperación de la añeja megafonía, la cuidada selección musical de la Banda de Miraflores – Gibraljaire… Pero hubo un indeseable invitado. El viento, con fuertes rachas, que no fue capaz de privarnos de una gran tarde de toros en la que salieron a hombros Fortes y Roca Rey.
FOTOS: Firma Arjona / Lances de Futuro
Porque lo vivido ya en el primero de la tarde podría haber sido mucho más grande de lo que ya de por sí fue. Porque tuvo mucho mérito lo realizado por el diestro malagueño Saúl Jiménez Fortes ante un toro con mucha clase, sobre todo por el pitón izquierdo, de la ganadería de Álvaro Núñez Benjumea. Estoico, quitó por gaoneras, y con la muleta no se vio a merced del toro a pesar de verse al descubierto en numerosas ocasiones. Al contrario, lo sometió hasta sacarle meritorios naturales y ayudados. Sin moverse un centímetro, cerró la faena por manoletinas en lo que habría supuesto sin duda la concesión de una oreja de no haber errado con los aceros.
En su segundo, Fortes (que lucía una réplica del vestido de torear que el mismísimo Picasso le diseñara al maestro Luis Miguel Dominguín), reeditó sus grandes triunfos en La Malagueta. Y ya perdemos la cuenta. Puerta Grande lograda con una actuación rotunda de toreo de muchos kilates. No fue de épica, que también lo tuvo porque el viento, aunque se nos olvidara por momentos, nunca dejó de estar presente. Fue una faena de temple al natural, de despaciosidad incluso toreando con las dos rodillas en tierra, y que ratifica que no es que Málaga tenga un torero, es que tiene un torerazo que en esta Picassiana de 2025 cortaba dos orejas ante un toro de vuelta al ruedo.
Solo un trincherazo con empaque y enjundia podemos destacar del primero del lote de Juan Ortega, otro toro parta haber visto en otras condiciones y ante las que el diestro hispalense solo pudo demostrar sus ganas de agradar a la parroquia malagueña. Quiso ser fiel a su tauromaquia, aún a costa de poder haber sido cogido al quedar descubierto, pero eso en días como este no era suficiente.
La mayor dimensión de Ortega la vimos en el quinto de la tarde, un toro al que fue haciendo poco a poco durante la lidia hasta terminar desarrollando otra faena de calidad. Quiso gustarse a la verónica, aunque lo verdaderamente bueno llegaba con la muleta. Ofreció series llenas de estética por ambos pitones, con detalles torerísimos como los doblones con los que nos deleitaba en el trasteo final. El toreo más exquisito llegaba de su mano en una tarde que deja un gran regusto después de cortar una oreja tras un pinchazo y estocada.
Si ya habían demostrado disposición sus compañeros de terna, lo de Roca Rey en el tercero de la tarde fue de un nivel estratosférico. Sin tiempo para pensárselo, lo recibió por ajustadas chicuelinas antes de, ya con la muleta, plantarse en los medios para comenzar con escalofriantes estatuarios. Durante toda la faena, realizada en los mismos medios, se pasó los pitones por la taleguilla arlequinada que lucía; ante la admiración de una afición que le pedía las dos orejas tras haber cuajado con rotundidad a un astado con casta por los dos pitones. El único pero que se le podría poner es la colocación de la estocada, trasera y algo caída.
El sexto fue el toro más deslucido de un buen encierro de Álvaro Núñez. Ni mucho menos un garbanzo negro, pero sí que le faltaba en un principio la fijeza y después la movilidad necesaria para que la emoción trascendiera a los tendidos; por mucho que Roca Rey insistiera en un arrimó que despertó la división de opiniones. El pinchazo previo a la estocada fue determinante para que el palco no le permitiera seguir sumando trofeos.
Con tablas en el marcador, Fortes y Roca Rey salían a hombros de La Malagueta, reeditando la bonita rivalidad (y también adm iración mutua) surgida en la Feria de Málaga de 2025. No sería una mala opción repetir cartel en la de 2025, y si es con una corrida tan buena como la que ha traído Núñez Benjumea, mejor que mejor.
Esta es la ficha del festejo:
- Plaza de Toros de La Malagueta. Corrida Picassiana
- Se lidiaron seis toros de Álvaro Núñez, justo de presentación y buen juego en general. El cuarto fue premiado con la vuelta al ruedo.
- Fortes: estocada que asoma, pinchazo, estocada y cuatro descabellos (palmas tras aviso) y estocada algo caída (dos orejas).
- Juan Ortega: dos pinchazos y estocada (silencio) y pinchazo y estocada (oreja tras aviso).
- Roca Rey: estocada trasera y caída (dos orejas) y pinchazo y estocada (ovación tras aviso)
- La plaza registró un lleno de ‘no hay billetes’ en tarde muy ventosa.